Ese día nos levantamos y llovía a cántaros (será que Japón estaba triste porque ya nos íbamos :P). Al ser la última mañana que teníamos para ver cosas, decidimos ver lo que nos había quedado pendiente por falta de tiempo.

Cogimos el bus 101 desde Kyoto Station que nos dejó en frente del Castillo de Nijo (abre de 8:45 a 16h y la entrada cuesta 600 yens). También llegan los buses 9 o 50 (parada Nijo-jo). Consiste en unas murallas rodeadas por un foso y dentro hay un jardín enorme y varias estancias del castillo.

Es muy interesante porque puedes entrar y ver por dentro cómo eran las estancias del shogun y las salas de audiencias, donde recibían a los invitados de alto y bajo rango.

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Después cogimos otro bus que nos dejó en la entrada de arriba de los jardines del Palacio Imperial. No se puede entrar dentro del Palacio, a menos que tengáis una autorización. Nuestra idea era cruzar todo el parque y salir por la puerta de abajo, pero es enorme y cuando llevábamos un rato andando, decidimos salir por una puerta lateral y coger un bus para ir a comer. La verdad es que tampoco nos impresionaron mucho los jardines, eran como un parque cualquiera y si lo hubiéramos sabido, tal vez hubiéramos ido a otro sitio en lugar de este.

Paramos en Gion para comer y encontramos un sitio muy barato en la calle principal dónde comimos genial (ramen y Katsudon):

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Después fuimos al Hana Hostel a recoger nuestro equipaje y nos dirigimos a la estación de Kyoto para coger el shinkansen que nos llevaría a Tokyo. La idea era aprovechar nuestro último día de JRPASS para coger el tren Narita Express (que va al aeropuerto) y alojarnos esa noche en el pueblo de Narita, ya que nuestro vuelo salía pronto por la mañana y todos los hoteles de allí ofrecen un bus gratis al aeropuerto. Tuvimos que calcular bien los horarios para que nos cuadraran todos los trenes y reservar el Narita Express.

Como anécdota de lo buena gente que son los japoneses, debo decir que cuando estábamos a punto de bajarnos en Narita (es una parada antes del aeropuerto), vino corriendo un viejecito muy preocupado a decirnos que eso no era el aeropuerto. Como nos vio con las maletas, se pensaba que nos estábamos equivocando de parada ¡y vino corriendo a avisarnos! ¡Cómo echo de menos esa amabilidad!

Llegamos al pueblo al anochecer y nos alojamos en el Hotel APA Keisei Narita, que estaba cerca de la estación. Lo elegí porque tenía un onsen público y nos apetecía darnos un último baño antes de irnos. El hotel estaba muy bien, las habitaciones eran pequeñitas pero tenían de todo (parecidas a las del hotel Horidome Villa):

Para que os hagáis una idea tenían incluso mangas para leer en la habitación (en japonés).

También había muchos restaurantes por la zona, así que fuimos a buscar uno especial para nuestra última cena y encontramos un izakaya muy mono cerca de la estación. Pedimos varios platitos de cosas para picar, pinchos de carne, etc. Muy bueno todo y para beber pedimos un «sparkling wine from Spain» (vino espumoso de España) que resultó ser ¡cava Codorniu! jajaja nos hizo mucha gracia que tuvieran de eso allí.

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Después bajamos con los yukatas a darnos un relajante baño en el onsen (separado por sexos) y nos bebimos un té en la habitación antes de irnos a dormir.

Por la mañana desayunamos nuestros últimos «meron pan» y fuimos con nuestro equipaje hacia la lanzadera gratuita que nos llevaría al aeropuerto (la habíamos reservado la noche anterior). Cogimos nuestro vuelo a Barcelona con la compañía Aeroflot, haciendo una escala en Moscú de 3 horas. La vuelta se nos hizo mucho más larga que la ida y muy incómoda, pero al menos no nos volvieron a perder las maletas.

Es una sensación muy rara cuando vuelves, nosotros tuvimos jetlack durante 1 semana. Sin embargo, sentíamos una inmensa añoranza de ese país que nos había tratado tan bien y en el que habíamos visto cosas maravillosas. Es como viajar a otro mundo distinto al nuestro, una experiencia increíble. Estamos deseando volver para poder disfrutarlo con más calma. ¡Domo arigato!

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8 Comments

  1. Pingback: 13 días en Japón: cómo preparar el viaje – Entre 7 maletas

  2. Me he leído todo tu diario de viaje de una sentada y me ha gustado mucho. Me será de mucha ayuda cuando vaya a Japón el año que viene.
    Muchas gracias por compartir. ^_^

  3. Hola!!
    Me gustaría preguntarte…reservaste alguna vez asiento (sobre todo en los viajes largos -A Takayama, cuando volvísteis a Narita…)Creo haber leido que simplemente hay que hacerlo en la estaciónp ero no sé si se tarda mucho o si tu puedes compartir tu experiencia. Gracias

    • Holaaa! Pues creo recordar que reservé el de Takayama y el Narita Express nada más llegar, en la oficina de JR. Pero los demás no los reservé y no tuve problemas de asiento. Tampoco era temporada alta porque era octubre.. Cuando vayáis a la oficina de JR le podéis preguntar si hay algún otro tren que recomiendan reservar. Saludos!! 🙂

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