¡Todos los destinos pueden ser buenas opciones para viajar con niños! Tan solo debes adaptar el viaje para que sea más atractivo a sus ojos. Obviamente hay destinos más kids friendly que otros o con más actividades y atracciones para los peques. Sin embargo, cualquier lugar puede ser apetecible si sabes como «venderlo». En este post te daremos algunos trucos y consejos para que tu viaje con niños pequeños sea perfecto y al gusto de todos.

Consejos para lograr que cualquier viaje sea perfecto para los niños

Busca lugares especiales para ellos

Este punto es el más obvio, pero no por ello menos importante. En cualquier sitio va a haber actividades divertidas para hacer con niños, ya que hay niños en todos los países. Y no nos referimos solo a parques de atracciones. Es cuestión de investigar un poco y seguro que encuentras una experiencia original que les pueda gustar: ver un volcán, visitar una mina, una cueva, etc.

Por ejemplo, en nuestra escapada a Camprodón encontramos el mirador del Drac, con una escultura de un dragón y la cueva de una bruja. 

Mirador del Drac en Camprodón

En Asturias fuimos a ver dinosaurios, en los Cotswolds buscamos las localizaciones de Harry Potter y en Islandia paramos en la casita de Papá Noel, que parecía hecha de golosinas.

Céntrate en los transportes

Nada produce más ilusión a un niño que decirle que montará en barco, en tren, en avión… ¡Estarán emocionados todo el día!

Pasajes es un pueblo de pescadores que se encuentra muy cerca de San Sebastián y, para cruzar a la otra orilla y ver las vistas, tienes que coger una barquita. ¡Pues Pol nos hizo subir 4 veces porque no había manera de sacarlo de allí!

En Empuriabrava pudimos conducir un barco sin licencia y fue una experiencia alucinante para él. ¡Llevó el volante un rato y se sintió como un verdadero pirata!

Empuriabrava viajar con niños

Inventa una historia

Si tienes pensado visitar un lugar que a primera vista puede parecer aburrido para ellos, como unas ruinas o un pueblo, ¡usa la imaginación! Puedes inventarte una leyenda para hacerlo más interesante. 

Por ejemplo, cuando vamos a visitar un castillo siempre le contamos algún cuento de caballeros, dragones y princesas.

Exteriores del castillo de Javier
Castillo de Javier, en Navarra.

Hacer misiones

Una manera de motivar a los niños es hacer una especie de gincana. Nosotros le vamos proponiendo misiones: le retamos a encontrar cosas simples como una flor, una fuente, una puerta de color rojo… Así vamos avanzando de forma divertida en lugares que por sí solos no le atraen.

También puede ser emocionante usar la aplicación de Geocaching. Consiste en encontrar «tesoros» que la gente ha escondido cerca siguiendo unas pistas o el GPS.

Negociaciones y pactos

Los niños a veces tienen días en los que dicen que no a todo lo que les propones y no quieren hacer nada. O están tan bien en un sitio que no se quieren mover de allí en todo el día. En estos momentos recurrimos a las negociaciones y pactos para motivarlo.

Normalmente vamos con la calma y sin prisas, pero si quiere quedarse todavía más rato en un sitio solemos pactar un tiempo y poner una alarma. Cuando suena ya sabe que tenemos que irnos y suele funcionar sin lloros porque lo hemos acordado previamente.

Si no quiere visitar un lugar, le decimos que si estamos allí un rato, después haremos algo que a él le guste (lo que él elija) o iremos a merendar. Los pactos hacen que el niño aprenda a tomar decisiones y sienten que su opinión también cuenta y es importante.

Un nuevo fotógrafo en la familia

Darles una tarea que les mantenga entretenidos y les haga sentir útiles hará que el día salga redondo. Por ejemplo, nuestro hijo siente fascinación por nuestra cámara de fotos. Así que a veces le dejamos que haga él las fotos o coloque el trípode.

Para evitar microinfartos cada vez que parece que se le va a caer la cámara, hace poco decidimos comprarle a él la suya a prueba de golpes y ahora es nuestro pequeño fotógrafo. En este enlace podéis ver la que tenemos y sirve de los 3 a los 12 años.

La playa siempre es buena opción

Escoger lugares que tengan playa hace que tengas un recurso genial cuando el día se complica. Tanto si es verano como invierno, los niños se lo pasan pipa jugando con la arena, buscando conchas, tesoros o corriendo detrás de una pelota.

La playa de Poo de Llanes.

¿Y si buscamos animales?

Otra gran idea para motivarles es ir a ver animales. Y no nos referimos a zoológicos, nosotros preferimos evitar lugares donde los animales estén encerrados y en malas condiciones

Afortunadamente hay muchas opciones de ver animales en libertad. Busca parques o reservas naturales como el Delta del Ebro o los Aiguamolls de l’Empordà para ver flamencos, cigüeñas, tortugas y otras aves. También es divertido ir a ver algo tan simple como las vacas, ovejas o caballos que pastan en los campos.

En cada país podréis ver animales distintos y eso es una motivación añadida del viaje. Por ejemplo, en Islandia fuimos a ver ballenas y focas.

Ballenas en Islandia. Viajar con niños

Para andar por la montaña…

Nuestro hijo está en una época en la que es difícil hacer rutas de senderismo con él porque se distrae con cada flor que hay en el camino. Para hacer 1 km podemos pasarnos horas. Así que tenemos que recurrir a varias tácticas para motivarle a andar:

Ríos, piedras y palos

Si le decimos que hay un río o lago en el que podrá tirar piedras, se dará prisa por llegar. Pocas cosas gustan más a los niños pequeños que eso. Este recurso también es útil cuando visitas pueblos que tienen río, como los del valle de Camprodón.

Camprodón con niños

 

Los palos también le encantan y siempre jugamos a buscar palos con formas o tamaños determinados. Después los «plantamos» y seguimos buscando más.

¡Vamos a hacer una carrera!

Hacer carreras es una idea genial cuando tienes que llegar a tu destino y el niño no está muy por la labor. No suele fallar cuando le dices: «¿A ver quién llega primera a aquel árbol?».

Otro recurso para que ande es el de saltar obstáculos (piedras, charcos…) o decirle: «¿Qué es eso de allí? ¡Mira qué he encontrado!».

Buscar bichitos

Si estás en la naturaleza, un aliciente puede ser el de buscar bichitos. Ponerle retos como el de: «¡A ver quién encuentra antes una hormiga!». Es muy divertido jugar a ser explorador y además van aprendiendo sobre los pequeños insectos que se encuentran en el camino. Nosotros tenemos un kit que viene con lupa, brújula, linterna, prismáticos… ¡Y le encanta!

Cantar canciones

Parece mentira, pero cantar canciones distrae mucho a los niños y hacen el camino mucho más llevadero. La típica canción de «Una sardina, dos sardinas…», o cualquiera de las que cantabas cuando ibas de excursión con el colegio, funcionará.

¡Es hora de montar en bici!

Si el camino es llano, es muy recomendable coger las bicis. Por ejemplo, en el Delta del Ebro alquilamos una especie de carro-bicicleta para ver los arrozales y fue muy divertido.

Viajar con niños

Si no quiere andar, ¡a portear!

Si ningún truco funciona, siempre quedará la mochila porteadora. Nosotros usamos una de trekking para las rutas más largas, en las que seguramente se cansará. Puede que incluso se eche una cabezadita…

¿Y en las ciudades?

Reserva un rato para ir a un parque

Siempre que visitamos una ciudad reservamos un ratito para que juegue en un parque. Si no sabéis dónde encontrar uno, ¡no os preocupéis! Ellos tienen un sentido arácnido y detectan los parques a kilómetros

Camprodón con niños

Los niños agradecen mucho estos momentos de ocio y después estarán más contentos y receptivos.

Tiendas de juguetes o grandes almacenes

Cuando paseamos por una ciudad, solemos ir parando en los escaparates y entrando en las tiendas que más le gustan (sobretodo en las de juguetes). ¡Así visitarla se hace mucho más entretenido!

Museos divertidos

También buscamos museos interactivos o que le puedan gustar al peque. Aunque la verdad es que en los museos tradicionales también se lo pasa bien: viendo cuadros, esculturas… ¡Todo es nuevo y sorprendente para él!

MUJA en Asturias

Que lleve el mapa del «tesoro»

Volvemos a lo de darle una misión o tarea. En este caso le damos el mapa de la ciudad para que nos haga de guía. ¡Si lo quieres hacer más interesante, puedes decirle que es un mapa del tesoro!

La comida nunca falla

Si tu hijo es buen comedor como el nuestro, la comida te salvará de más de una situación complicada. Siempre llevamos algo de comer encima por si acaso. Además, el hecho de comer o merendar fuera le encanta y es una gran motivación para él.

Viajar con niños comida

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